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20 nov 2018

Cuando es la mejor época para comprar un inmueble



Aquí tienes toda la información que necesitas acerca de cuándo es la mejor época para comprar inmuebles pero, también, sobre aspectos importantes a tener en cuenta antes de realizar dicho trámite, como son las cargas, hipoteca, contrato de arras...Con todos estos consejos seguro podrás hacer una operación interesante, beneficiosa y segura para ti.


¿Estás pensando en comprar un piso? 

En los últimos meses el mercado inmobiliario está experimentando una ligera recuperación respecto a la situación que se había vivido desde la crisis que estalló en el 2007. Uno de los motivos ha sido que, poco a poco, el mercado laboral ha ido mejorando.

Esta época de recuperación económica general ha hecho que se haya vuelto a reactivar el mercado de compraventa de pisos y que muchas personas vuelvan a estar interesadas en convertirse en propietarios de un inmueble. Pero ¿es ahora el mejor momento?

La mejor época para comprar una vivienda

Es habitual que un comprador interesado en acceder al mercado inmobiliario se pregunte cuándo es la mejor época para comprar piso pues, de esta forma, se asegura que podrá disponer de los mejores precios así como de una oferta de inmuebles más amplia y variada.

Tienes que saber que, por norma general, con la llegada del buen tiempo se reactiva el mercado inmobiliario. Si bien es cierto que no existe una estación del año concreta en la que se observe claramente una mayor subida en el sector, sí que hay una relación que vincula el buen tiempo con la búsqueda de un nuevo piso.

Al menos, estos son los datos que han sido recogidos por los notarios y que indican que, a partir de la primavera, la compraventa de inmuebles va en alza. A partir de entonces, sigue una tendencia creciente hasta que en el mes de agosto cae en picado. Este es el peor mes para buscar una vivienda para comprar ya que muchas inmobiliarias cierran y muchos propietarios se marchan de vacaciones.

En una gráfica, la curva de la compraventa de viviendas comenzaría a crecer  a partir del mes de marzo/abril hasta llegar al mes de agosto donde, no se estancaría, sino que caería en picado. Pero después de las vacaciones, la actividad vuelve a reactivarse y otoño también es una buena época para invertir o para adquirir una nueva propiedad.

Por lo tanto, ante la duda sobre cuál es la la mejor época para comprar piso, la respuesta sería en primavera y en otoño.
Y, si tenemos que escoger una de las dos estaciones, la de otoño sería la óptima para realizar esta operativa debido a que es en el primer trimestre del año donde se pueden realizar algunos cambios legislativos o tributarios que pueden afectar a un comprador sin que lo sepa de antemano. Por tanto, otoño sería la mejor época para comprar piso en nuestro país.

Del mismo modo, las búsquedas de inmuebles siguen una tendencia similar a la de la compra. Generalmente el mes con más búsquedas suele ser enero y después se va produciendo una bajada progresiva hasta agosto, que más que ser un mes valle, es un mes con una actividad prácticamente inexistente. De hecho, en general el verano suele ser el período de menor actividad ya que tanto los potenciales compradores como las agencias se van de vacaciones.

En septiembre se produce el segundo pico del año en lo que a búsquedas de piso se refiere. En octubre la tendencia se mantiene y en noviembre empieza a haber una bajada hasta llegar a diciembre, que es un mes donde casi nadie busca piso.
Consejos antes de comprar un piso

Cuando buscamos un piso para comprar solemos tener en mente todas las características que nos gustaría que tuviera ese inmueble pero tenemos que tener una cosa clara: no existe el piso ideal. Es posible que existan inmuebles que se ajusten mucho a lo que demandas pero difícilmente encontrarás uno que lo cumpla todo, por lo tanto, tendrás que ser flexible y diferenciar aquellas prestaciones que para ti son imprescindibles y aquellas otras que no son tan importantes. De esta forma, ampliarás más las posibilidades de encontrar el inmueble más adecuado para ti y tus necesidades.

Reservar y negociar, pasos básicos para comprar un piso

Si ya te has decidido por comprar un piso, lo primero que tendrás que hacer es una reserva o, lo que es lo mismo, pagar las arras. Este es el primer trámite legal que se lleva a cabo para poder convertirte en el propietario de tu nuevo inmueble.

Esta reserva implica que el comprador tiene que abonar un % del precio final de la vivienda en el momento de formalizar la reserva y, con este pago, se obliga a que tanto el comprador como el vendedor realicen la transacción de compraventa en el plazo de tiempo que se estipule. En el caso de que alguno de los implicados se eche atrás, existirán una serie de “multas”: por un lado, si es el comprador el que se echa atrás perderá el dinero de la reserva y, por otro lado, si es el vendedor deberá devolver el doble de lo que recibió por las arras.

La importancia de las cargas de la vivienda

Cuando vas a comprar un piso de segunda mano, un trámite esencial es que acudas al Registro de la Propiedad para, así, poder obtener un informe detallado del estado de la vivienda y, en él, figurará si existen cargas o deudas pendientes vinculadas con dicho inmueble. Además, en el registro también podrás informarte sobre la existencia de hipotecas asociadas con el piso para que, así, sepas exactamente cuál es la situación legal de tu futura adquisición.

Además de esto, te recomendamos que también compruebes otro tipo de deudas que pueden estar asociadas con el inmueble como, por ejemplo, deudas con la comunidad de vecinos, por obras que se hayan hecho en la finca, por el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), etcétera. Es esencial que compres un piso que esté libre de cargas para que el precio no se dispare y tengas que invertir más dinero del que pensabas.

Pregunta todo lo que no entiendas

Y aunque parezca una tontería, no lo es en absoluto: es aconsejable que, siempre que tengas dudas con respecto a la transacción inmobiliaria, preguntes sin miedo ni vergüenza. No tienes por qué ser un experto en el tema y hay aspectos que pueden ser de gran importancia para ti, por tanto, pregunta todas tus dudas al agente inmobiliario o a tu entidad financiera para que no te quede nada en el tintero, es importante que, antes de firmar la compraventa, lo tengas todo claro.

El notario, además de dar fe de la operación, también tiene la función de asesorarte de forma externa y de poder aclarar cualquier concepto que no termines de entender del todo bien. Así que aprovecha esta figura imprescindible en este tipo de operativa y resuelve todas tus dudas antes de dar este paso.
Fuente:Trovimap 
Fotos:Pixabay.com

15 nov 2018

¿Y si el acosador...es tu vecino?



El "blocking" que así es como se conoce, es el hostigamiento que una persona recibe por parte de uno o varios vecinos de su comunidad. Estos ataques pueden causar graves daños psicológicos como estrés postraumático.

El ‘blocking’ ha crecido un 10% desde que se tipificó como delito en el Código Penal, en 2015. Desde ese año, el blocking  es castigado con pena de prisión de tres meses a dos años o multa de seis a veinticuatro meses. Aún no existe un número significativo de sentencias sobre el blocking debido a que se trata de un delito penal nuevo, pero las denuncias no dejan de aumentar.

El perfil del hostigador es el mismo que el del mobbing (acoso en el trabajo): una persona aparentemente normal, pero con una personalidad fría y calculadora. Comete el acoso sin que nadie lo sepa. Aunque todavía no hay muchas sentencias sobre este delito, la sala segunda del Tribunal Supremo fijó en mayo cuales son los criterios que se deben cumplir para considerarse acoso vecinal. En primer lugar, debe ser una acción que se prolongue en el tiempo, de forma continua y que altere gravemente la vida cotidiana del acosado. No se trata de un hecho aislado “sino de actos constantes y reiterados contra un vecino”. En cuanto al criterio temporal, no existe un tiempo prefijado para que se considere delito, pero puede considerarse como término medio dos meses para poner la denuncia.

TRES TIPOS DE ACOSO, UN MISMO PROBLEMA

A vecinos: El acosador justifica sus ataques por el comportamiento de la víctima que no le parece correcto. En lugar de notificarlo o denunciarlo por las vías adecuadas, realiza actos como llamar a la puerta constantemente, perseguirle o atentar contra sus bienes.

Al presidente de la comunidad: Un vecino hostiga al presidente con la intención de conseguir un fin, por ejemplo, que se adopte una decisión concreta para llevar a junta un tema que el acosador quiere que se apruebe.

Al administrador de la finca: Posiblemente, el que con mayor frecuencia sufre las conductas de acoso. Los hostigadores suelen descargar en ellos toda su ira sobre lo que ellos consideran que debería hacerse en una comunidad o cómo se debería gestionar.
Fuente: El pais, Pisos.com

14 nov 2018

¿A partir de qué día debes entregar un justificante médico o un parte de baja en tu empresa?




Estamos en esta época de invierno en los que muchos de nosotros no nos libraremos de contraer algún virus de la gripe u otra enfermedad. Eso, te obliga a asistir al médico, a ausentarte de tu puesto de trabajo y, si decide atacar fuerte, a no volver a tu empresa durante días o incluso meses. 


Pero, ¿cómo se comunica en el ámbito laboral algo tan común como, por ejemplo, una gripe? ¿A partir de qué día necesitas un justificante médico o un parte de baja?


No es lo mismo la ausencia momentánea por asistir a una cita en la Seguridad Social a causa de una enfermedad leve (que puede constatar cualquier personal sanitario) que la incapacidad para trabajar durante un período más largo (validada únicamente si ha sido firmada por un médico de familia). 

Para el primer caso, el requisito se conoce como justificante médico, permiso por enfermedad o parte de reposo. Se trata de un documento que acredita que la persona ha acudido a un centro médico durante su horario laboral (lo que tendrá que comunicar de inmediato) así como, si fuese necesario, el reposo durante no más de 72 horas. Esta firma, que puede realizar cualquier miembro del personal sanitario, no está reconocida jurídicamente dentro de la Ley ESS/1187/2015, por la que se regula la gestión y el control de los procesos de incapacidad temporal en los primeros 365 días de duración, pero sí está presente en algunos convenios colectivos. 

El parte de reposo puede ser útil cuando el período temporal de ausencia no sobrepasa los 3 días consecutivos, durante los cuales el convenio contempla o no si el sujeto tiene derecho a recibir su salario íntegro habitual, ya que no se considera una baja. 

Parte de baja y parte de alta 

Según el Real Decreto 625/2014 por el que se regulan determinados aspectos de la gestión y control de los procesos por incapacidad temporal en los primeros trescientos sesenta y cinco días de su duración: "La emisión del parte médico de baja es el acto que origina la iniciación de las actuaciones conducentes al reconocimiento del derecho al subsidio por incapacidad temporal". Así, tras la consulta al médico, la persona (o alguien en su nombre) cuenta con un plazo de 3 días hábiles para poder presentar el parte de baja en su empresa y 24 horas para el parte de alta (en el que el facultativo incluya las causas médicas para la ausencia) tras su expedición, si no quiere que esta pueda optar por retirarle su derecho a sueldo. De manera que en caso de que el diagnóstico implique reposo por más de 3 días, es obligatorio solicitar y entregar un parte de baja y de alta. En cualquier caso, cada convenio rige la situación laboral de la persona en lo que a su retribución se refiere, por lo que conviene leerlos atentamente.


Partiendo de la regulación, los convenios colectivos establecen modos distintos de gestionar este proceso. Así, no todos aceptan el justificante médico, y aunque sí acaten la norma en caso de baja prolongada, los pagos durante la ausencia varían. 

El Complemento de Incapacidad Temporal

 En caso de baja, el sueldo correspondiente depende directamente de la base de cotización de contingencias comunes del mes anterior que aparece recogida en la parte inferior de la nómina para quienes tengan cubierto un período de cotización mínimo de 180 días dentro de los 5 años previos.

Para calcular el importe al que se tiene derecho, hay que partir pues de la base de contingencias comunes del mes anterior, y dividirla entre el número de días que la persona estuvo de alta. Esto dependerá pues del tipo de nómina. Al resultado se aplica la siguiente regla: Los tres primeros días corresponde 0% de retribución. Desde el cuarto día y hasta el quincuagésimo, recibirá el 60% por parte de la empresa. Del día décimosexto al vigésimo, el porcentaje asciende al 75% de la base de cotización de contingencias comunes, por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Sin embargo, algunas empresas cuentan en su convenio con lo que se conoce como Complemento de Incapacidad Temporal, que en supuestos de enfermedad común o no laboral aseguran al empleado o la empleada un porcentaje añadido al salario pertinente. 
Fuente:20minutos

8 nov 2018

Alquilar al que alquila. Subarriendo de habitaciones: cuándo y cómo puede hacerse


El subarriendo se define como una figura jurídica por la que un arrendatario (inquilino) alquila la vivienda que él tiene arrendada, o parte de esa vivienda a un tercero. El arrendatario se convierte así en subarrendador o arrendador del nuevo inquilino. 

La situación sería la siguiente: Pedro posee una vivienda y se la alquila a Juan. Por su parte, Juan alquila una habitación de la vivienda que tiene alquilada a Alberto para poder llegar a fin de mes. En este caso existe un contrato de arrendamiento entre Pedro y Juan y otro de subarriendo entre Juan y Alberto.

El reparto de roles es el que sigue: Pedro es el arrendador, Juan es el arrendatario respecto a Pedro y el subarrendador respecto a Alberto y Alberto es el subarrendatario.

En los contratos celebrados a partir del 1 de enero de 1995, es imprescindible, para que pueda haber un subarriendo, el consentimiento previo del propietario y por escrito. En los contratos de renta antigua (aquellos previos a la LAU de 1994) se permite el subarriendo sin el consentimiento del arrendador, siempre y cuando se cumplan dos condiciones:

a) No exceder de dos el número de los subarrendatarios que con el cónyuge y los hijos vayan a ocupar la vivienda.

b) No alterar el destino del inmueble. En este caso, lo único que debe hacer el arrendatario o el subarrendador es comunicar fehacientemente al arrendador, en el término de 30 días naturales, desde la celebración del subarriendo, que se ha subarrendado y el nombre del subarrendatario.

¿Es legal esta práctica? ¿Qué particularidades presenta? 

En España, el subarrendamiento de una vivienda es una práctica legal .Así queda establecido en la LAU, normativa que sostiene que los inmuebles solo pueden subarrendarse de manera parcial y previo consentimiento del arrendador. En este sentido, en caso de no contar con el consentimiento del propietario y el subarriendo se produjera, el propietario podría proceder al lanzamiento “no solo del arrendatario sino también del subarrendatario”. Pero ojo, corresponde al propietario, en todo caso probar que el arrendatario ha subarrendado la vivienda, si quiere realmente conseguir que prospere su acción de resolver el contrato.

La normativa legal vigente en España también contempla la posibilidad de que el inmueble se subarriende para un uso distinto al habitual, como por ejemplo para ejercer una actividad profesional o empresarial. En estos casos, no es necesario tener el consentimiento del propietario, aunque si se le ha de informar, de manera fehaciente en el plazo de un mes, de que se va a proceder a un subarrendamiento. Esto da lugar al propietario a aumentar la renta del inmueble.

Autorización escrita

Para poder llevar a cabo de forma legal el subarriendo, basta el consentimiento por escrito del arrendador en el plazo de un mes desde que se produzca el subarriendo. Este requisito formal es de vital importancia ya que, en caso de incumplimiento, será causa de resolución del contrato.

Capacidad, precio y duración

El subarriendo de una vivienda ha de ser parcial. Sin embargo, la ley no especifica cuál es el grado de superficie que se puede subalquilar. Esta decisión entra de las facultades del propietario, cuando consiente el subarriendo y por lo tanto debe limitar el número de personas que residan en la vivienda. Igualmente el precio del subarriendo no podrá de ninguna manera exceder del que corresponda por el arrendamiento. En el caso de que el arrendatario no respetara el límite y cobrara al subarrendatario una renta mayor, el arrendador podría emprender acciones judiciales por enriquecimiento ilícito.

La duración del arrendamiento tal y como rige la LAU, en relación al inmueble como vivienda habitual, podrá dilatarse hasta tres años. De todas formas, hay que tener en cuenta que “el derecho del subarrendatario se extinguirá cuando lo haga el del arrendatario que lo subarrendó”.


Declaración ante Hacienda

Puede darse el caso de que el propietario condicione su autorización a subarrendar el inmueble a cambio de una contraprestación económica, que se debe tributar como rendimiento de capital inmobiliario.

Pago de los suministros

El pago de suministros de la vivienda puede convertirse en una fuente de problemas entre el inquilino y el subarrendatario. Es importante que ambas partes establezcan el reparto del pago de acuerdo a los gastos asumidos por el inquilino en el contrato original y a la parte subarrendada de la vivienda. El pago debe hacerse en proporción a la habitación que ocupa cada uno en la vivienda. De cara al propietario, si quedaran suministros impagados el responsable de dichos impagos sería el arrendatario, sin perjuicio de que luego este pudiera repercutir al subarrendador la parte que le pudiera corresponder.


Consideraciones finales

Una vez que las partes implicadas en el subarriendo de la vivienda lleguen a un acuerdo son varias las recomendaciones que se deben llevar al respecto. Respecto a los propietarios, se deben de adoptar medidas que les doten de garantías frente a posibles impagos, tales como avales bancarios o personales.

Los derechos y obligaciones de arrendatario y subarrendatario deben quedar muy claros y por ello, se aconseja tener debidamente identificados a los subarrendatarios que normal mente tratan con el inquilino y no con el propietario.

Y por último es absolutamente necesario que cualquier movimiento se recoja por escrito, ya que esta medida facilita reclamar en caso de que haya algún incumplimiento.
Fuente:Marta Romero-Uniplaces Portal

Todo sobre las reclamaciones en un accidente de tráfico



Si tienes que realizar una reclamación de tráfico, es importante que te informes adecuadamente de todo lo que vas a necesitar y todos los pasos que vas a llevar a cabo.
Nunca lo esperamos, pero en cualquier momento nos podemos encontrar con que un pequeño despiste o una situación que no podemos controlar se acaba convirtiendo en un accidente. Esto evidentemente deriva en una reclamación, de manera que es importante que empecemos a entender el modo en que funcionan las reclamaciones de tráfico con el objetivo de poder llevarlas a cabo con la máxima diligencia y por supuesto también con todas las garantías.

Toda la documentación que necesitas para realizar una reclamación de tráfico
En primer lugar es muy importante que te asegures de que, antes de realizar la reclamación de tráfico, tienes a tu disposición toda la documentación que se necesita en caso de sufrir un accidente de tráfico para reclamar, y es que evidentemente esto va a ser imprescindible si queremos sacar adelante el proceso y, sobre todo, tener la mayor cantidad posible de opciones para ganar el caso.
En primer lugar vamos a necesitar la documentación tanto propia como la del vehículo, el seguro y todo lo que sea preciso para demostrar la propiedad del vehículo.

También será necesario facilitar todos los datos relacionados con el accidente y los vehículos o peatones implicados, incluyendo el atestado policial, testigos en el caso de que el otro conductor se dé a la fuga, matrícula del vehículo fugado, etc.

Por supuesto también es imprescindible aportar toda la información relacionada con los daños personales y los daños materiales, incluyendo facturas, informes médicos, documentos donde se reflejen las lesiones y el tratamiento que se deberá recibir, informes que puedan demostrar posibles secuelas psicológicas, etc.

Lo importante es que nos aseguremos de tenerlo todo bien preparado puesto que de esta manera contaremos con todo lo necesario para tener la seguridad de documentar adecuadamente la situación, lo extraño y en definitiva las circunstancias que han dado lugar al accidente.


Cómo calcular la indemnización por accidente de tráfico

Por otra parte también es muy importante aprender cómo se realiza el calculo indemnización accidente, y es que no debemos olvidar que dependiendo de múltiples factores la indemnización por haber sufrido el accidente puede variar considerablemente.

Tenemos tres tipos de indemnizaciones que son las indemnizaciones por lesiones temporales, es decir, aquellas que se obtienen para satisfacer un daño que en breve desaparecerá, las indemnizaciones por secuelas que intentan cubrir lesiones o problemas que serán para toda la vida, y las indemnizaciones por causa de muerte que evidentemente en este caso se asignará a la familia.


Pero para fijar la indemnización no sólo hay que valorar estos tres tipos de indemnización, sino que además también hay que considerar otros puntos esenciales como por ejemplo el nivel en cuanto a daños y perjuicios han sufrido los afectados, si hay terceras personas también afectadas como por ejemplo familiares de la víctima, se tener en cuenta los gastos de asistencia médica y hospitalaria así como los gastos del entierro y funeral en el caso de que se haya producido la muerte, se establecerá una cuantía por daños morales, etc.

Hay que tener en cuenta todos y cada uno de los factores de la situación de los afectados con el objetivo de establecer una indemnización que pueda satisfacer los problemas causados independientemente del tipo del que sean, consiguiendo de esta forma resarcir, al menos en parte, el sufrimiento y padecimiento tanto del afectado como de las personas de su entorno.
Fuente: El Mundo Financiero.com

4 nov 2018

La morosidad en la comunidad de propietarios




    Tener un moroso entre los vecinos es un problema, que se agrava cuando la comunidad es pequeña porque los gastos se reparten entre muy pocos vecinos. Para hacer frente al moroso es necesario actuar, pero siempre de acuerdo a la ley, sabiendo lo que se puede hacer y lo que no.  

    ¿A quién se puede considerar moroso?

    Es moroso el propietario que no esté al día en sus pagos a la comunidad. La deuda puede afectar a las cuotas de gastos ordinarios o a derramas por gastos extraordinarios que hayan sido debidamente aprobados y que sean ya exigibles a los miembros de la comunidad. Si alguien no está de acuerdo con determinado gasto, debe exponer sus argumentos en la junta general. Si ha habido aprobación de la junta y esa persona sigue descontenta, puede impugnar el acuerdo judicialmente, pero el gasto ya será exigible en los términos en que se aprobara, aunque más tarde el tribunal anule el acuerdo.

    ¿Quién decide cuánto tengo que pagar en la comunidad?

    Las cuotas de participación se fijan en los estatutos. Y todos los miembros de la comunidad de propietarios están obligados a participar en los gastos comunes de mantenimiento de los servicios generales de dicha comunidad.
    Pueden aprobarse reglas de reparto específicas para determinados gastos, como el ascensor o determinadas obras. Los gastos pueden ser los ordinarios y los que contribuyen al fondo de reserva obligatorio, y los extraordinarios, para obras o necesidades concretas que se hayan acordado.

    ¿Es obligatorio pagar las derramas extraordinarias?

    Sí. Los gastos extraordinarios deberán aprobarse en la junta general con las mayorías que en cada caso requiera la ley.
    Hay que tener en cuenta, además, que cada vez hay más gastos obligatorios para los miembros de la comunidad y que les pueden ser impuestos: algunos relacionados con la conservación o la accesibilidad de la finca, o con deberes de renovación aprobados por la autoridad competente. No hay obligación de contribuir al pago de mejoras a las que te hayas opuesto y que no sean necesarias, pero es posible que te veas privado de su uso. 

    ¿Quién está obligado a pagar los gastos de comunidad?

    Pues el que sea propietario en el momento en que se exija el gasto comunitario. De cara a la comunidad, el responsable del pago de las cuotas nunca es el inquilino o el cesionario, con independencia de lo que se pacte en el contrato de arrendamiento.

    ¿A quién le toca pagar cuando se vende la vivienda?

    Debe pagar quien sea propietario en el momento de exigir las cantidades.
    La Ley de Propiedad Horizontal prevé que si un inmueble cambia de manos, el nuevo dueño responda con él de las deudas pendientes con la comunidad que correspondan al año natural de la compra y a los tres años anteriores (esta es una novedad legal reciente, antes era un año). Para evitar problemas en el momento de la venta ante el notario, el vendedor debe aportar al comprador un certificado que aclare sus deudas pendientes con la comunidad. Conviene que el comprador no exima de este deber al vendedor. Y ojo: la responsabilidad del antiguo propietario no acaba porque el comprador se haga responsable también.

    ¿Qué pasa con los gastos aprobados para el futuro?

    En ocasiones, la junta aprueba obras o gastos que se pagan de modo diferido. El obligado al pago es siempre quien sea propietario en el momento en que la cantidad sea exigible. Por eso es muy importante que si aspiras a entrar en una comunidad, te informes sobre los gastos que puedan estar pendientes de pago, por ejemplo para el pago aplazado de la instalación de un ascensor o de la renovación de fachadas, etc. Además de preguntar al vendedor, conviene consultar con el portero o con el administrador de la finca. Ten en cuenta que en esos casos estarás obligado al pago aunque como nuevo propietario no hubieras participado en la votación que dio origen al gasto. No te confíes, que esas cantidades pueden no aparecer en el certificado del estado de deudas que debe aportar el vendedor: es responsabilidad del comprador indagar con diligencia sobre el estado de la finca y preguntar sobre reformas que se vayan a llevar a cabo.
    Fuente: OCU

    ¿Quien puede tener la doble nacionalidad?


    La concurrencia de dos nacionalidades en una misma persona tiene como consecuencia la existencia de un doble vínculo jurídico. La persona con doble nacionalidad es, a un tiempo, nacional de dos países, gozando de la plena condición jurídica de nacionales de ambos Estados.
    Esto no quiere decir que estas personas puedan estar sometidas simultáneamente a las legislaciones de ambos países sino que, por el contrario, se articulan medios para “dar preferencia a una de las nacionalidades” a la persona con doble nacionalidad para, de esta manera, tener un punto de referencia en lo relativo a las relaciones ciudadano-estado.

    Para ello, la mayor parte de los convenios de doble nacionalidad toma el domicilio como punto de referencia, de tal manera que los ciudadanos con doble nacionalidad no estarán sometidos de forma constante a ambas legislaciones, sino sólo a la del país en el que tengan fijado su domicilio. Esto será aplicable para cuestiones tales como el otorgamiento de pasaporte, la protección diplomática, el ejercicio de los derechos civiles y políticos, los derechos de trabajo y de seguridad social y las obligaciones militares.

    ¿Cómo se obtiene la doble nacionalidad?

    España tiene firmados convenios de doble nacionalidad con toda Latinoamérica y Centroamérica. Además, nuestra Constitución en su Art. 11.3 permite concertar dichos convenios de doble nacionalidad con los países que se tengan especial vinculación. Los españoles podrán naturalizarse sin perder la nacionalidad de origen.

    Los modos de adquisición son: por residencia, por carta de naturaleza, para españoles de origen, por posesión de estado y por opción.

    ¿Qué ventajas supone tener doble nacionalidad?

    En el momento en que tu eres residente legal en España y adquieres la nacionalidad española ya no tienes que renovar la documentación. Pierdes la condición de residente que te obliga a estar renovando cada cierto tiempo los papeles y siendo nacional te lo evitas.

    ¿Qué nacionalidades es posible compartir con la española?

    No es necesario que renuncien a su nacionalidad quienes fueran naturales de países iberoamericanos, de Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal. Se consideran países iberoamericanos a estos efectos aquéllos en los que el español o el portugués sean una de las lenguas oficiales.

    A efectos de adquirir la doble nacionalidad Haití, Jamaica, Trinidad y Tobago y Guyana no se consideran iberoamericanos mientras que Puerto Rico sí se considera iberoamericano.

    Con frecuencia, muchas personas que han obtenido la Nacionalidad Española (inmigrantes nacionalizados españoles) nos preguntan si una vez se es español se puede perder la nacionalidad. Pues la respuesta es “sí”.

     ¿En qué casos?

    Estén emancipados, residan en el extranjero y adquieran voluntariamente otra nacionalidad. Pueden evitar esta pérdida si en el plazo de tres años declaran su voluntad de conservar su nacionalidad. La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal no es bastante para producir por esta causa la pérdida de la nacionalidad española.
    Estén emancipados residan en el extranjero y durante tres años utilicen exclusivamente la nacionalidad que tuvieran atribuida antes de la emancipación. Pueden evitar esta pérdida si en el plazo de tres años declaran su voluntad de conservar su nacionalidad. La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal no es bastante para producir por esta causa la pérdida de la nacionalidad española.
    Los españoles emancipados que tengan otra nacionalidad, residan habitualmente en el extranjero y renuncien voluntariamente a ella.
    En el caso de españoles que hayan nacido en el extranjero y sean españoles por haber nacido de padre o madre español/a también nacido en el extranjero, perderán la nacionalidad española si en el plazo de tres años desde la emancipación o mayoría de edad no declaran su voluntad de conservar la nacionalidad española

    Los españoles que no lo sean de origen (por ejemplo, los que han adquirido la nacionalidad española por residencia) perderán la nacionalidad española si:
    Después de adquirir la nacionalidad española utilizan durante un plazo de tres años la nacionalidad a la que hubieran renunciado al adquirir la española.
    Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan un cargo político en un Estado extranjero contra la expresa prohibición del gobierno.
    Cuando una sentencia declare que el interesado incurrió en falsedad, ocultación o fraude en la adquisición de la nacionalidad española.
    Fuente:Legalteam