Las entidades bancarias aún poseen en sus carteras inmuebles embargados a constructoras, promotoras o particulares privados. Muchos de nosotros nos preguntamos en más de una ocasión si ¿merece la pena adquirir alguna de estas oportunidades bancarias?. Como todo, la compra de alguna de estas viviendas tiene sus ventajas y desventajas que hoy os queremos detallar:
Se debe estar pendiente y puede que todavía queden grandes oportunidades, especialmente en las campañas de “rebajas”, que en las entidades bancarias se dan entre mayo y noviembre: y que podrás encontrar descuentos de hasta un 30% o un 40%.
Los expertos coinciden en que cada vez es más complicado encontrar viviendas de bancos cuya relación calidad-precio sea buena: las mejores oportunidades según dicen, se vendieron hace años (al inicio de la crisis, aproximadamente), por lo que encontrar algún inmueble interesante (fuera de precio de mercado y en buenos barrios) es difícil pero no imposible.
Esto se debe a que muchos bancos no logran vender los inmuebles de sus carteras porque aún están a precios fuera de mercado, en ubicaciones que no interesan a los clientes potenciales (en barrios periféricos o en pequeños pueblos) y son de segunda mano, de calidad media-baja. Para conseguir quitárselas de encima realizan estos descuentos tan agresivos durante dichas campañas de rebajas.

Pero la principal ventaja a la hora de comprar una de estas ocasiones bancarias es que la entidad pone más ventajas de financiación que para cualquier otro tipo de adquisición (particulares o inmobiliarias).
- Las financiaciones para la compra de una vivienda suelen ser del 80% de su tasación. Sin embargo, la financiación de los bancos puede llegar a ser del 100% (incluyendo los gastos de notaría y gestoría a veces) y, en ocasiones, hasta sin aval.
- Los préstamos hipotecarios de las viviendas de bancos pueden tener también un plazo de amortización bastante más largo: de hasta 50 años.
- Las entidades bancarias también pueden ser más flexibles en cuanto al pago y el aplazamiento de las cuotas de la hipoteca.

Otro de los inconvenientes de comprar un piso del banco es que sus precios suelen ser menos negociables. Al comprar una vivienda de segunda mano, el precio de salida es más flexible si el vendedor es una inmobiliaria o un particular, con quienes se puede “regatear” para conseguir un buen descuento. Hay entidades bancarias con las que también se puede negociar el precio, pero es más complicado y el descuento (en caso de conseguirlo) puede ser menor. Pero que intentarlo no cuesta nada.
Fuente: Finkas
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